La ubicación es perfecta, a solo 5 minutos de la estación de tren. Las habitaciones son pequeñas y no tienen nevera.

Desayuno delicioso y ubicación ideal

La ubicación es inmejorable, a solo 5 minutos de la estación de tren. Además, el desayuno fue un festín de sabores con opciones variadas y frescas.

El tamaño de la habitación es un poco reducido y las almohadas no son las más cómodas. Me encontré deseando algo más de espacio para moverme.

Una experiencia decepcionante. Las almohadas me dejaron con dolor de cuello y el aire acondicionado no funcionaba, pasé una noche horrible. Además, esperaba un trato especial, pero ni una simple sonrisa de bienvenida. Dudo que pueda recomendar este lugar, aunque la ubicación es decente.

El desayuno, una delicia! Frutas frescas y un café que te despierta el alma. La ubicación es perfecta, a pasos de todo lo bueno de Berna y el personal es un auténtico encanto.

Aunque el desayuno estuvo bien, un poco más de variedad en embutidos habría sido ideal. La noche fue un tanto incómoda por el aire acondicionado, que no sabía si calentar o enfriar.

el hotel es súper cool, la ubicación es top, a nada de la estación y cerquita del centro. el personal es mega amable, nos ayudaron con todo y nos dieron el código para el transporte público, lo cual está genial. la habitación estaba bien cómoda y todo limpito, además el desayuno fue un festín, mmm. me encantó el detallito de los chocolates, un mega plus. la vista desde el comedor está de 10, ver la calle mientras comes es algo que me encantó.

no hay nevera en el cuarto y eso es un must en verano, y el baño sonaba un poco al cerrar, pero nada grave.

La ubicación es perfecta, justo al lado de la estación y a pasos de todo lo interesante. El desayuno ofrecía una buena variedad y, como detalle, nos dejaron un chocolate en la habitación, lo que fue un gran acierto para los niños. Me encantó el ambiente familiar.

Mi mujer dice que las camas eran un poco incómodas. Unas almohadas más cómodas harían que la experiencia fuera mucho mejor.

Ubicación muy conveniente, a pasos de la estación y del centro. Todo limpio y habitaciones cómodas, aunque un poco pequeñas. El desayuno delicioso, variado y con un excelente servicio. Sin aire acondicionado, lo cual puede ser complicado en verano.

Excelente ubicación, a solo unos minutos de la estación de tren y cerca del casco antiguo. Las habitaciones son cómodas, con camas agradables y un servicio excepcional por parte del personal, siempre sonriendo y dispuestos a ayudar. Sin embargo, faltan neveras en las habitaciones, lo que es incómodo en verano, y el tamaño de las habitaciones es un poco limitado para quienes llevan mucho equipaje. El desayuno es variado y sabroso, aunque podría tener más opciones de embutidos.

Ubicación perfecta y personal encantador

El hotel está genial! La ubicación es brutal, a nada de la estación y muy cerca del centro. Las habitaciones son cómodas con camas súper agradables, y el desayuno. el buffet es un festín, con un montón de opciones. Solo falta una nevera en la habitación, que en verano es medio complicado.

Ubicación fantástica, a un paso de todo y el servicio te deja con una sonrisa. Las instalaciones son modernas y la habitación tenía todo lo necesario, aunque un pelín compacta. ¡Recomendada!

Pero, ¿quién necesita más espacio cuando estás en este hotel?

El Sorell Hotel es perfecto para una escapada. La ubicación es increíble, a solo unos minutos de la estación principal de ferrocarril. El personal es súper amable y te ayudan con el transporte público, lo que es un gran gesto. Las instalaciones son modernas y las habitaciones están limpias y son cómodas. El desayuno es espectacular, con muchas opciones deliciosas para empezar el día.

lo recomiendo

Me encantó la ubicación, está a solo 5 minutos de la estación de tren y a 3 minutos del autobús que te lleva al casco antiguo de Berna. El personal es increíblemente amable y lo mejor de todo, el desayuno estaba delicioso y variado.

El único inconveniente fue que no había nevera en la habitación, y eso resultó un poco incómodo en verano.

El desayuno es espectacular, con variedad de frutas frescas, panes deliciosos y café que te despierta. La habitación, aunque pequeña, estaba impecable y contaba con muebles modernos y calefacción individual.

Las habitaciones son notablemente pequeñas, dejando poco espacio para el equipaje, y la limpieza solo se realiza si la pides antes de las 7 de la mañana, lo cual parece un poco absurdo. Además, los colchones podrían mejorar, y no había frigobar en la habitación, lo que es un inconveniente en los días calurosos.

Wi-fi rápido y bar acogedor. Habitaciones algo pequeñas.